jueves, 17 de abril de 2008

¿QUË SIGNIFICA SER CIUDADANO?



Ser ciudadano es más que el simple hecho de cumplir 18 años y tener mayoría de edad, de haber nacido en este país y poder votar en las elecciones para elegir a nuestros representantes en el gobierno, o poder ejercer plenamente lo que conocemos como derechos y deberes ciudadanos tales como obtener el DNI, contraer matrimonio civil, poder trasladarnos libremente por el territorio nacional, etc.

 

Es sentirse parte de una estructura social y política, y sobre todo, asumir responsabilidades y obligaciones en la construcción de la sociedad.

 

La ciudadanía es poder, entendido como la facultad de realizar actividades con plena autonomía, tomando decisiones responsables en el contexto social actual. Asimismo, es la capacidad de las personas para asumir compromisos en un ambiente social y político con el que nos identificamos al sentirnos parte de él, logrando convivir. Todos somos titulares de poder por lo tanto podemos influir e intervenir en la toma de decisiones en diversos espacios de nuestra vida.

 

La ciudadanía se ejerce a través de la participación en los diferentes espacios en los que nos desenvolvemos, en la familia, en el colegio, en el trabajo, en el barrio, etc. ¿Cómo? Opinando sobre temas que atañen al entorno en el que se desenvuelven, tomando decisiones en beneficio de la sociedad o que impliquen una mejora de la calidad humana, etc.

 

LA CIUDADANÍA Y SU PLENO EJERCICIO

 

La ciudadanía puede ejercerse a plenitud cuando:

 

Ø    En el plano individual, la identidad se convierte en un aspecto central ya que la persona debe partir por identificarse, reconocerse y respetarse tanto individual como colectivamente, para luego poder ser identificado e identificar a los demás. Asimismo, la libertad, al ser la capacidad de poder actuar y decidir reflexivamente asumiendo con responsabilidad las consecuencias de nuestros actos, se vuelve otro de sus ejes, ya que sólo personas con capacidad para elegir sin presiones, y de actuar libre de coacciones, lograrán mayores niveles de compromiso consciente.

 

Ø    En un plano externo al individuo, el respeto y el reconocimiento de las igualdades y diferencias son características que parten de cada persona en la actuación participativa, que debemos consolidar en la interacción con otras personas. Estas dos últimas características refuerzan la idea de ser iguales en dignidad en tanto seres humanos, y por ello, el trato digno y el respeto se convierten en soporte a través de los cuales se logra participar. Actuar en estos espacios sin respeto, arbitrariamente, sobrevalorando de manera egocéntrica las diferencias y las similitudes, no favorece la participación. No reconocer la pluralidad de personas es olvidar la riqueza de las opiniones desde diversas realidades. En estos casos, la persona no procede en pos del reconocimiento de la dignidad humana, sino beneficiando intereses individuales o grupales sectorizados.

 

Por ello, es necesario reconocer en nuestra sociedad algunos problemas que obstaculizan el pleno ejercicio de la intervención en la toma de decisiones y por ende la PARTICIPACIÓN CIUDADANA y son los siguientes:

 

Ø    Cuando el individuo no forma parte del espacio donde las personas pueden llegar a tomar decisiones porque se lo excluye; quien excluye no reconoce al otro, y el excluido se siente ajeno, relegado y diferenciado.

Ø    Cuando se es indiferente ante la realidad y sólo el individuo procura su bienestar, el indiferente no actúa en pos del desarrollo del grupo, sino que mantiene una posición individualista y apática frente a los demás miembros.

Ø    Cuando la persona no actúa voluntariamente, sino que se siente obligada o coaccionada a participar, por lo que más que un compromiso sincero, detrás se dan motivaciones e intereses ajenos a la persona. La falta de identificación del sujeto, puede generar falta de compromiso con el resto, desarrollando un problema de crecimiento en conjunto. De igual manera, quien actúa coaccionado, manipulado o por temor, deja su libertad de lado, no se le permite elegir de manera consciente y voluntaria; las presiones y las amenazas no favorecen a crear un ambiente propicio para proceder libremente. Y el no asumir con responsabilidad las consecuencias de sus actos, puede generar contrariedades con el resto de personas cuando se afectan derechos.

Ø    Por la mala calidad en la información con que se cuenta así como las barreras para su acceso; los costos para participar y los niveles de corrupción que presentan un panorama donde prima el valor dinero por sobre el de construir sociedad; y nuestra poca tradición en participación y democracia, entre otros.

 

CONCLUSIONES

 

Ø    En el ejercicio de la participación se genera una relación educativa entre los individuos, dado el carácter pedagógico de ir aprendiendo en ese diálogo constante sobre quienes participan. Es un proceso social en el que cada actor pasa de la penumbra al reconocimiento, a poseer un valor adicional en cuanto persona y ciudadano. Yo aprendo de ellos, ellos aprenden de mi, ambos actuamos libremente, y surgen ideas para hacer proyectos concretos en favor de nuestra sociedad.

Ø    Si uno se identifica como ciudadano y es libre de tomar decisiones, va consolidando su sentido de pertenencia social. Si este entendimiento existe plenamente, nos sentirnos parte de una comunidad, tanto social como política, y así ejercer nuestros deberes y derechos, asumiendo compromisos de convivencia. Eso es participar: pertenecer, ser reconocidos y aceptados, actuar libremente, poder decir lo que pensamos, poder actuar y tomar decisiones, saber escuchar lo que nos dicen, buscar construir entre todos asumiendo con responsabilidad nuestros compromisos. En tanto sujetos de derecho estamos invitados a luchar para que se haga efectivo el ejercicio de los derechos que nos son inherentes, pero así como tenemos derechos también tenemos deberes para con nuestra sociedad por eso debemos buscar formas de mejorarla en todo aspecto.



Paola Díaz Chávez ( para Escolares Ciudadanos)

 

 

 

 

 


[1] Cfr. ZAMBRANO, Gustavo. Función Social del Derecho a la Participación ciudadana en el ámbito de la gestión ambiental peruana : El Conflicto del Lago Chinchaycocha”.  (2002-2003), PUCP, Facultad de Derecho, Lima-Perú, 2005.

IGUALDAD & DIFERENCIA


Yo mido 1.70 m, no soy ligera como una pluma, todo lo contrario, soy grande. Mi cabello es corto, mi voz, grave. Me gustan las películas con finales felices y estar con mis amigos siempre. Vivo en la ciudad y mi idioma es el castellano.
Henry, mi amigo, es un poco más alto que yo, tiene el cabello corto y su voz es suave, es delgado y le gustan las películas con cualquier tipo de final. Habla dos idiomas y vive por todo el mundo.
Daniel, mi esposo, es alto, de piel morena y de contextura mediana. No tiene cabello. Le gustan las películas de acción. Habla castellano y le encanta leer.
La señora Rosa, que trabaja como empleada del hogar en la casa de mi mamá, es pequeña, de piel trigueña. Tiene el cabello largo, le gustan las películas musicales. Vive en los límites de la ciudad en un asentamiento humano. Su lengua materna es el quechua, por eso su castellano es muy particular. Le gusta contar historias de su vida en la sierra.
Stefany, una amiga pequeña de 11 años, es de cabello largo negro y luminoso, vive en San Juan de Lurigancho, en una casita pequeña. Le gustan las películas de dibujos animados, habla castellano y, a pesar de ser tan pequeña, ayuda a su mamá en el trabajo.
No sé cómo eres tú que me estás leyendo, pero sé que al igual que Henry, Daniel, Rosa, Stefany y yo te gustan las mañanas luminosas, duermes y sueñas como nosotros, te gusta tener amigos, recibir afecto, reír, aprender cosas nuevas, vivir en paz, amar, etc.
Sé que no eres igual a mí, pero hay algo que compartimos: nuestra humanidad y la fuerza de nuestra propia existencia.
¿No crees que esto es motivo suficiente para que nadie nos discrimine, para que se nos permita tener acceso a los derechos que como humanos poseemos, para que juntos nos prodiguemos seguridad y un mundo mejor?
Sé que lo lograremos una vez que tú y yo nos miremos uno al otro y, a pesar de no ser idénticos, podamos reflejarnos mutuamente en nuestras miradas: lo merecemos.

http://es.youtube.com/watch?v=tcELIslG1Xo&feature=related

jueves, 10 de abril de 2008

¿DEMOCRACIA SIN PARTICIPACIÓN?



 

Cuando empecé a redactar este pequeño documento me preguntaba como podría hacer para que un joven prestara atención a un tema, que según los informes de las encuestas , le es indiferente.

 

Esta indiferencia no es gratuita, hablar de democracia a los jóvenes después de que estos han espectado los altos niveles de corrupción en el gobierno a través, por ejemplo de los vladivideos, podría sonar vacío y sin sentido. Y es que todos estos actos reprochables fueron y vienen siendo ejecutados dentro de regímenes de gobierno calificados como democráticos por los medios de comunicación y legitimados en los procesos electorales. Pero son estos últimos gobiernos realmente democráticos?

 

Para dar respuesta a esta interrogante me es indispensable abordar el concepto de democracia y poder ver así, si este concepto se asemeja o no a nuestra realidad política.

 

El vocablo DEMOCRACIA deriva de las voces griegas DEMOS, que significa pueblo y KRATOS que significa poder, es decir el poder del pueblo. Está forma de gobierno tiene su origen en la antigua Grecia. Los demos o tribus, que en su origen fueron cuatro y luego en la época de Clístenes (510 a 504 a. de C.) aumentaron a diez se reunían en asambleas colectivas para abordar lo concerniente a su autogobierno. Estos demos que fueron la base de la Ciudad Antigua dieron origen a la llamada Polis, generalmente traducida como Ciudad-Estado pero que en realidad significa Estado Autónomo, es decir Estado que se gobierna a sí mismo.

 

Al encontrar que parte del concepto etimológico de democracia proviene de el termino poder, nos encontramos con un término que puede ser entendido desde dos acepciones: primero como autonomía es decir como la capacidad de autodeterminarse y luego como la relación de mando-obediencia, es decir aquella donde un grupo de personas toman decisiones en relación al resto, y éste último debe cumplirlas.

 

En la antigua Grecia, participaban de la asambleas de los demos, quiénes eran libres y gozaban del estatus de ciudadanos atenienses, es decir quienes eran iguales, quienes pertenecían a una misma clase social y gozaban de libertad, y esto tiene un sentido lógico ya que cuando existen relaciones de desigualdad no habrá libertad plena y un grupo pretenderá ejercer sobre el otro relaciones de subordinación generando una relación social asimétrica.

 

De esta forma podemos ver como la democracia está íntimamente relacionada con la igualdad y la libertad.

 

Si bien nuestra Constitución Política establece que todos somos iguales ante la ley y que nacimos plenamente libres, realmente lo somos?, se puede ser plenamente libre en una sociedad donde hay diferencias sociales marcadas y en donde la pobreza limita la capacidad de las personas para tomar decisiones sobre su destino?. No generará esta diferencia la aparición de una elite que tenga acceso al ejercicio del poder político (1) y de otro grupo que sólo desarrolle una actitud pasiva frente a las decisiones que como colectividad nos involucran a todos, lo que es más esta elite no podrá someter al grupo contrario a relaciones de mando-obediencia guiadas a concretar sólo sus propios intereses?.

 

Dejo estas interrogantes abiertas para que sean respondidas de manera libre por quiénes me leen, sin embargo a partir de la respuesta que den, en el caso de que fuera afirmativa, se puede hablar de democracia realmente, lo que es más podemos considerar que el hecho de tener derecho a votar por nuestros gobernantes es en si la democracia cuando hemos vistos que si no hay igualdad y libertad este concepto es imposible de realizarse.

 

Si preguntara en este momento a muchos jóvenes que opinan de la política, me dirían que la consideran negativa y que no les interesa. Esta respuesta negativa creo que está relacionada a que la idea que tienen los jóvenes de la política se basa en la apreciación de las prácticas de nuestra clase gobernante, que como hemos visto está plagada de actos reñidos con nuestros valores, sin embargo la política no es esto.

 

El agua que bebemos, el aire que respiramos, la seguridad de nuestras calles, la dignidad de nuestros pobres, la salud de nuestros niños y ancianos, la educación de nuestros jóvenes y la esperanza de nuestro devenir como sociedad están ligados a las decisiones políticas. El precio del pasaje que pagué para llegar hoy a dar esta charla, el medio de transporte que utilice para venir hasta aquí, el aula que nos cobija en esta clase, han sido consecuencia de determinaciones políticas, alguien tomó la decisión de cómo se concretarían estas cosas, que tipo de transporte tendríamos, que tipo de escuela, que aire puro o contaminado. Que nuestro planeta hoy en día este contaminado es consecuencia de que en las decisiones políticas tomadas por los estados respecto a este tema haya sido indiferente  o que no haya sido considerado porque se oponía a los intereses particulares de un grupo de poder económico.

 

Entonces si el demos, es decir el pueblo quién debe ejercer su poder para darle sentido real al termino democracia se aparta de este poder y decide no ejecutarlo, no estará contribuyendo a que un grupo minoritario determine como será el devenir de nuestra sociedad al margen de los intereses y aspiraciones de la mayoría , cayendo por la falta de control social de quiénes han renunciado a participar, en actos de gobiernos viciados, es decir ilegítimos. Te has puesto a pensar que tal vez seas parte de ese grupo que renuncia?

 

De ser así ésta renuncia a ser artífice de tu destino es realmente conciente o tal vez todo el aparato social, construido por una clase determinada no busca apartarte y excluirte de este ejercicio de libertad?, vuelvo a dejar otra interrogante abierta porque esas respuestas están en el fondo de cada individuo, ser parte de una sociedad implica serlo de forma conciente y plena, negárnoslo es negar un derecho tan básico como la vida misma, ya que lo que nos diferencia de otras especies vivas es que sólo el hombre tiene la capacidad de tomar decisiones de autogobierno que impliquen la transformación de su entorno, es decir sólo el ser humano es un ser creativo, y es en esta actividad creativa donde tomará pleno conocimiento de sus potencialidades , de su naturaleza. Convertirnos en seres sólo receptivos y pasivos es negarnos la condición humana.

 

Finalizando esta reflexión vuelvo a abrir otra interrogante, es realmente nuestra sociedad una sociedad democrática, puedo darle sustento a este concepto sin la participación de la mayoría de individuos, no es una paradoja decir que consideramos la democracia como la mejor forma de gobierno y a la vez nos excluimos de participar en el ejercicio del poder que potencialmente tenemos. Podemos hablar de democracia real sin participación de la mayoría?.

 

 

 

Rosa Matilde Carrasco Zuleta

Para el taller de Escolares Ciudadanos (SJL octubre, 2007)

El VIH SIDA,LOS JÓVENES Y LA CIUDADANÍA

¿Qué tiene que ver el VIH/SIDA con nosotros? Mucho. Como jóvenes, como ciudadanos y ciudadanas, como hijos, hijas, hermanos y hermanas, tenemos el deber de estar informados, no sólo para evitar ser contagiados sino para poder ayudar a aquellos que ya tienen la enfermedad.

¿QUE ES EL VIH/ SIDA?

El VIH es el Virus de Inmunodeficiencia Humana. Una de las características de este virus es minar las defensas naturales del cuerpo (sistema inmunológico)  frente a posibles enfermedades, otros virus y bacterias que existen en el medio ambiente.

Se contrae por diversas maneras. Una madre infectada puede contagiar a su hijo al nacer. Cualquier persona puede contraer el virus al recibir una transfusión de sangre que está infectada. Incluso hay casos de médicos y enfermeras que se han contagiado al manipular indebidamente sangre infectada. Sin embargo, la manera más conocida de transmisión del virus es a través de relaciones sexuales.

MITOS Y PREJUICIOS

El hecho de que el VIH SIDA se transmita en una relación sexual no protegida (es decir sin usar un condón) ha dado origen a una serie de mitos y prejuicios.

El mayor de los mitos es que quienes tienen VIH SIDA son personas que han hecho algo malo que los hace responsables de su enfermedad. El VIH SIDA es asociado con hombres homosexuales, trabajadoras sexuales (prostitutas) y personas promiscuas (que tienen múltiples parejas sexuales).

Sin embargo hoy en día, el VIH SIDA puede ser contraído por cualquier persona. Muchos expertos dicen que el VIH SIDA se ha “democratizado”.

VIH SIDA Y LA CIUDADANIA

Sin embargo, ¿cómo se relaciona el VIH SIDA con la ciudadanía? De muchas formas.

En primer lugar, porque el VIH SIDA puede contraerse por cualquiera de nosotros. Esta “democratización” de la enfermedad hace que una madre de familia, un profesor, un vendedor, un empresario, una abogada, un futbolista, un médico o cualquiera pueda tener la enfermedad. Este hecho hace que debamos superar los prejuicios y los mitos.

¿Pero qué pasa si quien tiene el VIH SIDA realmente es un homosexual, una trabajadora sexual o una persona con muchas parejas sexuales? ¿Eso nos da derecho a discriminarlos? Estas personas son también ciudadanos y ciudadanas de tu país y tienen tantos derechos (y obligaciones) como cualquier otra persona.

Los motivos para ser discriminado en nuestra sociedad son muchos (raza, condición social,  la zona donde uno vive, si vienes de la capital o de un pueblito, etc.). Lo curioso de la discriminación es que unas discriminaciones “jalan” a otras. Si uno discrimina a un homosexual hoy en día, es mucho más fácil discriminar mañana a una persona mestiza o una persona pobre. La actitud de discriminar es fácilmente aprendida y repetida.

¡Rompamos la cadena de discriminación! El VIH SIDA es un ejemplo perfecto de cuan discriminadores podemos ser. El virus no se transmite dando abrazos, ni dando besos, ni dando la mano, ni compartiendo baños, ni estudiando en el mismo salón con alguien.

Es gravísimo encontrar casos de discriminación a personas que viven con VIH SIDA. El solo hecho de sufrir la enfermedad es ya un problema terrible. Imaginemos lo difícil que debe ser además, sufrir el rechazo y la discriminación social. Muchos no pueden encontrar trabajo, son marginados en sus barrios, o por sus mismos amigos, o son echados de sus casas. Es por esto que muchos prefieren guardar su condición en secreto. Y es por esto que si alguien tiene VIH SIDA y no quiere contarlo a nadie, está en todo el derecho de mantenerlo en secreto, pues de esta manera puede disminuir la discriminación.

Aún más, la discriminación social puede tener efectos en la salud de quienes padecen VIH SIDA. No poder trabajar o ser discriminado en su propio barrio, hace que la gente tenga menos dinero para poder comprar medicinas o que las personas se sientan tristes y deprimidas (la depresión hace que el VIH SIDA actúe más rápido).

En el norte del Perú fue muy conocido el caso de un niño que tenía VIH SIDA y que fue discriminado en su colegio. La Asamblea de Padres de Familia decidió que el niño no debía estudiar más porque podía contagiar a sus amiguitos del salón simplemente por estudiar en el mismo espacio. Este prejuicio (vinculado a la ignorancia frente a la enfermedad) motivó que el niño sea separado del colegio. Felizmente, gracias a la acción de la prensa (el caso salió en muchos periódicos), hubo presión social y el niño pudo volver al colegio.

En muchos otros casos, es difícil contar con el apoyo de diarios o de un grupo que ayude a las personas discriminadas. Acabar con esta discriminación depende en realidad de todos y cada uno de nosotros.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA FRENAR LA DISCRIMINACIÓN?

Se puede hacer mucho. A continuación algunos ejemplos.

1.- Informarnos.

Sólo así podremos no sólo frenar la discriminación sino también al VIH SIDA. Tenemos el deber de saber cómo se contrae la enfermedad (y ciertamente como NO SE CONTRAE la enfermedad). Así, podemos evitar la discriminación. Pero también es importante informar y educar a otros en nuestras familias, en nuestros barrios o en nuestro salón de clase.

2.- Respetar el secreto

Si nos enteramos de alguien que tiene VIH SIDA, es muy importante no contar a otros esto. Hay que saber respetar la confidencialidad del caso. Recordemos que los pacientes tienen DERECHO A LA CONFIDENCIALIDAD. No es un favor que les hacemos al guardar el secreto. Es un derecho. Contarlo aumenta las posibilidades de esta persona de ser discriminado o discriminada y en consecuencia de perjudicar también su salud.

3.- Romper la cadena de discriminación

Una discriminación “jala” a otras. El Perú es un país con una historia muy compleja de racismo y clasismo. Parte de luchar contra eso es romper la cadena de discriminación. Si hoy día trato bien a alguien, mañana me tratarán bien a mí. Es tan simple como eso. Finalmente recordemos que el VIH SIDA le puede dar a gente muy distinta a nosotros. El hecho de que estas personas sean muy distintas no nos da derecho a discriminarlos. Es nuestro deber ciudadano tratar a todos por igual y con respeto.

Quizá te preguntes: ¿Porqué me debe interesar la discriminación contra las personas con VIH si yo no tengo VIH? ¿Porque me debe interesar la gente distinta a mi? Porque todos somos ciudadanos en una misma sociedad y el malestar de unos (así sean una minoría) nos afecta a todos como sociedad. Como escribió el poeta alemán Bertolt Brecht:

“Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero ya es demasiado tarde”

Detener el VIH SIDA y la discriminación es tarea de todos. No permitamos que esa enfermedad siga generando más muertes ni más discriminación.

viernes, 15 de febrero de 2008

Escolares Ciudadanos 2007 VIDEO

Estas son las imágenes de lo que fue el primer taller de ESCOLARES CIUDADANOS, un proyecto propuesto por los jóvenes e impulsado por los miembros de GRUPAL.
Esta experiencia nos permitió escuchar sus voces, descubrir que tienen mucho que aportar y sobre todo que la mayoría de ellos esta dispuesto a construir un país y un mundo mejor. Solo necesitan que les brindemos los espacios y recursos para lograrlo.