jueves, 10 de abril de 2008

¿DEMOCRACIA SIN PARTICIPACIÓN?



 

Cuando empecé a redactar este pequeño documento me preguntaba como podría hacer para que un joven prestara atención a un tema, que según los informes de las encuestas , le es indiferente.

 

Esta indiferencia no es gratuita, hablar de democracia a los jóvenes después de que estos han espectado los altos niveles de corrupción en el gobierno a través, por ejemplo de los vladivideos, podría sonar vacío y sin sentido. Y es que todos estos actos reprochables fueron y vienen siendo ejecutados dentro de regímenes de gobierno calificados como democráticos por los medios de comunicación y legitimados en los procesos electorales. Pero son estos últimos gobiernos realmente democráticos?

 

Para dar respuesta a esta interrogante me es indispensable abordar el concepto de democracia y poder ver así, si este concepto se asemeja o no a nuestra realidad política.

 

El vocablo DEMOCRACIA deriva de las voces griegas DEMOS, que significa pueblo y KRATOS que significa poder, es decir el poder del pueblo. Está forma de gobierno tiene su origen en la antigua Grecia. Los demos o tribus, que en su origen fueron cuatro y luego en la época de Clístenes (510 a 504 a. de C.) aumentaron a diez se reunían en asambleas colectivas para abordar lo concerniente a su autogobierno. Estos demos que fueron la base de la Ciudad Antigua dieron origen a la llamada Polis, generalmente traducida como Ciudad-Estado pero que en realidad significa Estado Autónomo, es decir Estado que se gobierna a sí mismo.

 

Al encontrar que parte del concepto etimológico de democracia proviene de el termino poder, nos encontramos con un término que puede ser entendido desde dos acepciones: primero como autonomía es decir como la capacidad de autodeterminarse y luego como la relación de mando-obediencia, es decir aquella donde un grupo de personas toman decisiones en relación al resto, y éste último debe cumplirlas.

 

En la antigua Grecia, participaban de la asambleas de los demos, quiénes eran libres y gozaban del estatus de ciudadanos atenienses, es decir quienes eran iguales, quienes pertenecían a una misma clase social y gozaban de libertad, y esto tiene un sentido lógico ya que cuando existen relaciones de desigualdad no habrá libertad plena y un grupo pretenderá ejercer sobre el otro relaciones de subordinación generando una relación social asimétrica.

 

De esta forma podemos ver como la democracia está íntimamente relacionada con la igualdad y la libertad.

 

Si bien nuestra Constitución Política establece que todos somos iguales ante la ley y que nacimos plenamente libres, realmente lo somos?, se puede ser plenamente libre en una sociedad donde hay diferencias sociales marcadas y en donde la pobreza limita la capacidad de las personas para tomar decisiones sobre su destino?. No generará esta diferencia la aparición de una elite que tenga acceso al ejercicio del poder político (1) y de otro grupo que sólo desarrolle una actitud pasiva frente a las decisiones que como colectividad nos involucran a todos, lo que es más esta elite no podrá someter al grupo contrario a relaciones de mando-obediencia guiadas a concretar sólo sus propios intereses?.

 

Dejo estas interrogantes abiertas para que sean respondidas de manera libre por quiénes me leen, sin embargo a partir de la respuesta que den, en el caso de que fuera afirmativa, se puede hablar de democracia realmente, lo que es más podemos considerar que el hecho de tener derecho a votar por nuestros gobernantes es en si la democracia cuando hemos vistos que si no hay igualdad y libertad este concepto es imposible de realizarse.

 

Si preguntara en este momento a muchos jóvenes que opinan de la política, me dirían que la consideran negativa y que no les interesa. Esta respuesta negativa creo que está relacionada a que la idea que tienen los jóvenes de la política se basa en la apreciación de las prácticas de nuestra clase gobernante, que como hemos visto está plagada de actos reñidos con nuestros valores, sin embargo la política no es esto.

 

El agua que bebemos, el aire que respiramos, la seguridad de nuestras calles, la dignidad de nuestros pobres, la salud de nuestros niños y ancianos, la educación de nuestros jóvenes y la esperanza de nuestro devenir como sociedad están ligados a las decisiones políticas. El precio del pasaje que pagué para llegar hoy a dar esta charla, el medio de transporte que utilice para venir hasta aquí, el aula que nos cobija en esta clase, han sido consecuencia de determinaciones políticas, alguien tomó la decisión de cómo se concretarían estas cosas, que tipo de transporte tendríamos, que tipo de escuela, que aire puro o contaminado. Que nuestro planeta hoy en día este contaminado es consecuencia de que en las decisiones políticas tomadas por los estados respecto a este tema haya sido indiferente  o que no haya sido considerado porque se oponía a los intereses particulares de un grupo de poder económico.

 

Entonces si el demos, es decir el pueblo quién debe ejercer su poder para darle sentido real al termino democracia se aparta de este poder y decide no ejecutarlo, no estará contribuyendo a que un grupo minoritario determine como será el devenir de nuestra sociedad al margen de los intereses y aspiraciones de la mayoría , cayendo por la falta de control social de quiénes han renunciado a participar, en actos de gobiernos viciados, es decir ilegítimos. Te has puesto a pensar que tal vez seas parte de ese grupo que renuncia?

 

De ser así ésta renuncia a ser artífice de tu destino es realmente conciente o tal vez todo el aparato social, construido por una clase determinada no busca apartarte y excluirte de este ejercicio de libertad?, vuelvo a dejar otra interrogante abierta porque esas respuestas están en el fondo de cada individuo, ser parte de una sociedad implica serlo de forma conciente y plena, negárnoslo es negar un derecho tan básico como la vida misma, ya que lo que nos diferencia de otras especies vivas es que sólo el hombre tiene la capacidad de tomar decisiones de autogobierno que impliquen la transformación de su entorno, es decir sólo el ser humano es un ser creativo, y es en esta actividad creativa donde tomará pleno conocimiento de sus potencialidades , de su naturaleza. Convertirnos en seres sólo receptivos y pasivos es negarnos la condición humana.

 

Finalizando esta reflexión vuelvo a abrir otra interrogante, es realmente nuestra sociedad una sociedad democrática, puedo darle sustento a este concepto sin la participación de la mayoría de individuos, no es una paradoja decir que consideramos la democracia como la mejor forma de gobierno y a la vez nos excluimos de participar en el ejercicio del poder que potencialmente tenemos. Podemos hablar de democracia real sin participación de la mayoría?.

 

 

 

Rosa Matilde Carrasco Zuleta

Para el taller de Escolares Ciudadanos (SJL octubre, 2007)

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