jueves, 10 de abril de 2008

El VIH SIDA,LOS JÓVENES Y LA CIUDADANÍA

¿Qué tiene que ver el VIH/SIDA con nosotros? Mucho. Como jóvenes, como ciudadanos y ciudadanas, como hijos, hijas, hermanos y hermanas, tenemos el deber de estar informados, no sólo para evitar ser contagiados sino para poder ayudar a aquellos que ya tienen la enfermedad.

¿QUE ES EL VIH/ SIDA?

El VIH es el Virus de Inmunodeficiencia Humana. Una de las características de este virus es minar las defensas naturales del cuerpo (sistema inmunológico)  frente a posibles enfermedades, otros virus y bacterias que existen en el medio ambiente.

Se contrae por diversas maneras. Una madre infectada puede contagiar a su hijo al nacer. Cualquier persona puede contraer el virus al recibir una transfusión de sangre que está infectada. Incluso hay casos de médicos y enfermeras que se han contagiado al manipular indebidamente sangre infectada. Sin embargo, la manera más conocida de transmisión del virus es a través de relaciones sexuales.

MITOS Y PREJUICIOS

El hecho de que el VIH SIDA se transmita en una relación sexual no protegida (es decir sin usar un condón) ha dado origen a una serie de mitos y prejuicios.

El mayor de los mitos es que quienes tienen VIH SIDA son personas que han hecho algo malo que los hace responsables de su enfermedad. El VIH SIDA es asociado con hombres homosexuales, trabajadoras sexuales (prostitutas) y personas promiscuas (que tienen múltiples parejas sexuales).

Sin embargo hoy en día, el VIH SIDA puede ser contraído por cualquier persona. Muchos expertos dicen que el VIH SIDA se ha “democratizado”.

VIH SIDA Y LA CIUDADANIA

Sin embargo, ¿cómo se relaciona el VIH SIDA con la ciudadanía? De muchas formas.

En primer lugar, porque el VIH SIDA puede contraerse por cualquiera de nosotros. Esta “democratización” de la enfermedad hace que una madre de familia, un profesor, un vendedor, un empresario, una abogada, un futbolista, un médico o cualquiera pueda tener la enfermedad. Este hecho hace que debamos superar los prejuicios y los mitos.

¿Pero qué pasa si quien tiene el VIH SIDA realmente es un homosexual, una trabajadora sexual o una persona con muchas parejas sexuales? ¿Eso nos da derecho a discriminarlos? Estas personas son también ciudadanos y ciudadanas de tu país y tienen tantos derechos (y obligaciones) como cualquier otra persona.

Los motivos para ser discriminado en nuestra sociedad son muchos (raza, condición social,  la zona donde uno vive, si vienes de la capital o de un pueblito, etc.). Lo curioso de la discriminación es que unas discriminaciones “jalan” a otras. Si uno discrimina a un homosexual hoy en día, es mucho más fácil discriminar mañana a una persona mestiza o una persona pobre. La actitud de discriminar es fácilmente aprendida y repetida.

¡Rompamos la cadena de discriminación! El VIH SIDA es un ejemplo perfecto de cuan discriminadores podemos ser. El virus no se transmite dando abrazos, ni dando besos, ni dando la mano, ni compartiendo baños, ni estudiando en el mismo salón con alguien.

Es gravísimo encontrar casos de discriminación a personas que viven con VIH SIDA. El solo hecho de sufrir la enfermedad es ya un problema terrible. Imaginemos lo difícil que debe ser además, sufrir el rechazo y la discriminación social. Muchos no pueden encontrar trabajo, son marginados en sus barrios, o por sus mismos amigos, o son echados de sus casas. Es por esto que muchos prefieren guardar su condición en secreto. Y es por esto que si alguien tiene VIH SIDA y no quiere contarlo a nadie, está en todo el derecho de mantenerlo en secreto, pues de esta manera puede disminuir la discriminación.

Aún más, la discriminación social puede tener efectos en la salud de quienes padecen VIH SIDA. No poder trabajar o ser discriminado en su propio barrio, hace que la gente tenga menos dinero para poder comprar medicinas o que las personas se sientan tristes y deprimidas (la depresión hace que el VIH SIDA actúe más rápido).

En el norte del Perú fue muy conocido el caso de un niño que tenía VIH SIDA y que fue discriminado en su colegio. La Asamblea de Padres de Familia decidió que el niño no debía estudiar más porque podía contagiar a sus amiguitos del salón simplemente por estudiar en el mismo espacio. Este prejuicio (vinculado a la ignorancia frente a la enfermedad) motivó que el niño sea separado del colegio. Felizmente, gracias a la acción de la prensa (el caso salió en muchos periódicos), hubo presión social y el niño pudo volver al colegio.

En muchos otros casos, es difícil contar con el apoyo de diarios o de un grupo que ayude a las personas discriminadas. Acabar con esta discriminación depende en realidad de todos y cada uno de nosotros.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA FRENAR LA DISCRIMINACIÓN?

Se puede hacer mucho. A continuación algunos ejemplos.

1.- Informarnos.

Sólo así podremos no sólo frenar la discriminación sino también al VIH SIDA. Tenemos el deber de saber cómo se contrae la enfermedad (y ciertamente como NO SE CONTRAE la enfermedad). Así, podemos evitar la discriminación. Pero también es importante informar y educar a otros en nuestras familias, en nuestros barrios o en nuestro salón de clase.

2.- Respetar el secreto

Si nos enteramos de alguien que tiene VIH SIDA, es muy importante no contar a otros esto. Hay que saber respetar la confidencialidad del caso. Recordemos que los pacientes tienen DERECHO A LA CONFIDENCIALIDAD. No es un favor que les hacemos al guardar el secreto. Es un derecho. Contarlo aumenta las posibilidades de esta persona de ser discriminado o discriminada y en consecuencia de perjudicar también su salud.

3.- Romper la cadena de discriminación

Una discriminación “jala” a otras. El Perú es un país con una historia muy compleja de racismo y clasismo. Parte de luchar contra eso es romper la cadena de discriminación. Si hoy día trato bien a alguien, mañana me tratarán bien a mí. Es tan simple como eso. Finalmente recordemos que el VIH SIDA le puede dar a gente muy distinta a nosotros. El hecho de que estas personas sean muy distintas no nos da derecho a discriminarlos. Es nuestro deber ciudadano tratar a todos por igual y con respeto.

Quizá te preguntes: ¿Porqué me debe interesar la discriminación contra las personas con VIH si yo no tengo VIH? ¿Porque me debe interesar la gente distinta a mi? Porque todos somos ciudadanos en una misma sociedad y el malestar de unos (así sean una minoría) nos afecta a todos como sociedad. Como escribió el poeta alemán Bertolt Brecht:

“Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero ya es demasiado tarde”

Detener el VIH SIDA y la discriminación es tarea de todos. No permitamos que esa enfermedad siga generando más muertes ni más discriminación.

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