jueves, 12 de febrero de 2009
Vivir informado
Hace poco me enteré por un medio de comunicación que una ONG solicitaba al Ministro de Economía de nuestro país el desembolso de quince millones de soles en el año 2009 para que dos millones de niñas del área rural puedan asistir al colegio sin verse en la situación de dejar de estudiar por falta de recursos.
Por otro lado leí en un diario virtual que los congresistas de nuestro país al no querer dar información sobre sus gastos operativos que asciende a 7,550.00 soles mensuales , daban una ley para incorporar esta suma a sus sueldos percibiendo de esta manera un sueldo neto mensual de 15,220.00 soles y a su vez cobrar al año 16 sueldos en vez de 14 como la mayoría de funcionarios públicos. Gracias a esta información hice sumas y concluí que un congresista de nuestro país percibe 243,520.00 soles al año y que si tenemos 120 congresistas, el sueldo de todos ellos llegaría a los 29’222,400.00 al año casi el doble de lo que se necesita para que dos millones de niñas del área rural accedan a un derecho fundamental como la educación.
Leyendo un blog por Internet me enteré que en el Perú, nacen anualmente 628 mil niños, de los cuales, más de 20.000 mueren antes de cumplir el primer año de vida. La tasa de mortalidad infantil a nivel nacional es de 33 por cada mil nacidos vivos, sin embargo, la realidad para muchas localidades de nuestro país es aún mucho más alarmante. En Cusco, la cifra llega a 84 muertes por cada mil nacidos vivos y en Huancavelica y Apurímac a 71. En la India, la tasa de mortalidad infantil es de 67, en Cuba de 9 y en Chile 12 por cada mil nacidos vivos.
Gracias a esta información pude reflexionar sobre como andaban las cosas en mi país respecto de la infancia, y decidí apostar por participar aunque sea con lo único que se hacer, escribir, para lograr revertir esta realidad tan injusta. En este momento que escribo este artículo estoy manifestando mi postura frente a todo esto: es inmoral creer que construimos un país o un futuro dándole la espalda a los que recién comienzan y lo que es peor ni siquiera darles la oportunidad de estar vivos más de un año de vida.
Sin darnos cuenta en los párrafos anteriores ejercí plenamente mi derecho a la información, es decir recibí información que me permitió reflexionar sobre algo y manifestar mi opinión. Vivir informado nos da la posibilidad de conocer de manera asertiva nuestro entorno, poder expresar nuestras opiniones y aspiraciones respecto de él. Aprender y crear, desarrollar a través del disenso cambio social, crear cultura, sublimarnos mediante el arte, es decir avanzar.
Creo que ante todo esto es ahora más que nunca un derecho fundamental el derecho a la comunicación. Expresarnos libremente y recibir información veraz y de calidad son dos pilares para concretar un desarrollo humano pleno. Y es que la comunicación es un acto de ida y vuelta que va de lo que expresa el emisor y lo que asume el receptor con el impacto de vuelta que esto genera, esta retroalimentación es la que genera progreso.
Sin embargo con los avances de las nuevas tecnologías de información y comunicación, estar informado y poder expresarnos puede estar siendo una actividad no tan equitativa. Por un lado la información se ha democratizado a través del Internet- los blogs son una muestra de ello-, es decir uno puede opinar a través de la red y a la vez conocer opiniones e información valiosa sin necesidad de poseer un medio de comunicación tradicional ( radio, televisión, prensa), pero por otro no todos tiene acceso a estas nuevas tecnologías en comunicaciones, lo que puede estar generando brechas entre los diversos habitantes no sólo de un país si no del mundo.
Imaginemos que acceso a la información pueden tener pequeños poblados de la zona de Huancavelica en nuestro país, si en estas poblaciones hablamos de mortalidad infantil tan alta como la de los países más pobres del mundo.
El derecho a estar informado se debe considerar de manera integral, no sólo pensando en la creación de información, la manifestación de las ideas y del conocimiento si no también en su acceso, disponibilidad, difusión y uso.
Vivir informado es un derecho que en su ejercicio nos permitirá identificar aquello que es mejor para todos y cada uno de nosotros. También es un compromiso por parte de quienes tenemos acceso a éste a emitir nuestra opinión y porque no alzar nuestra voz para proteger los derechos de quienes son vulnerados y no tienen posibilidad de expresarlo.
Rosa Carrasco Zuleta
Lima, diciembre 2008
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